Vacía y sola, me falta mi mitad. Estoy en blanco y negro,
viendo como la tierra sigue girando, mi corazón sigue latiendo, y mi mente
sigue proyectando todo, lo que a la vez es poco, lo que alguna vez viví con
vos. Incontables finales, invisibles e irreales que me llevan hacia ningún lado.
No poder escuchar tu voz, seguir queriéndote como ayer, como hace meses atrás.
El año pasa, y parece que a mi no me importa, que egoísta. Y tus ojos, siguen
siendo igual de perfectos que siempre. No depende de mi olvidarlos, y si algún día
lo lograra, seguirían existiendo, y eso va en contra de todos los principios
que cree alguna vez.
Te extraño, tanto.