There's a heaven above Y O U.


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Mi primer desayuno siempre fue el mal humor. Unas inocultables ganas de volver a la cama, y un resentimiento a la rutina. El café con leche, las tostadas con queso, los cereales, y el gato saltando porque (al fin) me levanto. Mis mañanas hablan de rutina, aveces corriendo porque llego tarde a algún lado, y a veces se extienden hasta el mediodía.  Es poco mas de una hora que no se escucha mi voz, una especie de ‘adaptación’ al mundo de los que ya se levantaron hace rato.
Y como siempre en mi vida, los cambios son brutos. Entonces, esperando a que mis primeras horas del dia sean como hace 16 años, el me abrazo. Habíamos dormido juntos, y me estaba levantando mientras lo veía. Ese día no me queje, me limite a abrir los ojos de a poco.

Y por primera vez, esa mañana, bien temprano, sonreí.
Yo sólo quiero a alguien que cuando me ponga borracha me lleve a casa en brazos, que me haga el amor contra la pared y se meta conmigo en la bañera, que se pierda conmigo para después rescatarme de laberintos sin sentidos, alguien disfrace a mis días malos y los convierta en buenos, que no se enoje si no me entiende, ni me entiendo y lo mareo, que me saque la lengua cuando me ponga tonta y me haga enmudecer, que no de por hecho que siempre voy a estar ahí pero que tampoco lo dude, que no me haga sufrir, y que no me venda amor eterno manoseado, alguien que no pueda caminar conmigo por la calle sin agarrarme de la mano, que no me compre con regalos pero que tenga mil detalles de papel, que no le guste verme llorar y me haga reír hasta cuando no tenga ganas, alguien que este loco por mi, y no se le olvide decírmelo los días de resaca, que si se pone animal, sea solo en la cama, y me mate a besos por la mañana, que no se acostumbre a mi y deje de inventar nombres nuevos para despertarme, que si mira a otra, después me guiñe un ojo, y se ría de mis celos, y sobre todo que no tenga que perderme para darse cuenta de que me ha encontrado.

Que suerte que ya estas conmigo.
Y yo sin embargo te prefiero así, con la mente desnuda, con el corazón vacío, entregado a mi, para que lo llene, para que lo abrace, para que le ponga un suéter y lo saque a pasear. Te prefiero así, con el alma. Libre, con los pies ligeros, prestándome tus alas para poder volar. Te prefiero así, a las 12 de la noche, cuando no hay pena, cuando no hay pudor, cuando tu cuerpo me pertenece, cuando olvidas quien eres y te dejas querer, cuando gritas dulcemente, cuando las sábanas estorban. Te prefiero así, a las 6 de la mañana, cuando bebo de tu cuerpo, cuando caliento café para dos, cuando el amanecer acentúa la perfección que eres. Te prefiero así, cuando somos uno, todo, nuestros…

G..ell


Lloraba, suspiraba y se lamentaba. Lo había perdido, y era para siempre. ¿Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde? Incorrecto, ella sabía perfectamente lo que tenia, pero no creía que en algún momento lo podía perder.
Cree que alguien tan…tan como el, solo aparece una vez, si perdes el tren, lo perdiste para siempre. En su caso no era un tren, era un colectivo que se lo llevaba lejos.
Sabe que algún dia va a volver. La amaba, trataba de entenderla, y lo mas importante, lo hacia de verdad.
Pero aun asi, los dos se daban cuenta de algo... las cosas no iban bien. Notaban como cada vez, ese amor los llevaba mas a la locura. Y ella… ella estaba muy enamorada. Como nunca antes se había enamorado de un tipo, y lo sentía lejos. Entonces no aguanto, se canso de sentir el engaño. No aguanto esa sensación de celos. No resistió estar en segundo lugar (como nunca antes lo había hecho).
Y entendía, eran muchas las peleas, pero eran más las reconciliaciones. Siempre pensaban distinto, siempre. Pero también, SIEMPRE, fueron mas grande las ganas de estar con el.
Y aprendió, o mejor dicho, aprendí. Si, yo aprendí, que cuando no hay otra opción, no hay. Era aguantar o perder. Y no soportaba perder a nadie más.

Un amor así, incondicional como el mio, no me dejo alejarme. Aunque quise, intente, pensé, y fume mucho. No podía perderte y dependía de mi, elegir si quería seguir o no. Vos ya habías elegido antes (desgraciadamente)

Y si algo aprendí en estos años es que el amor existe.
El amor a secas, sin complementos, sin reglas, sin ataduras, sin anestesia.
Creo en el amor sincero, incondicional.
Tengo asumido que el amor perfecto no existe.
No existe un amor sin peleas, sin dudas, sin equivocaciones.
LAS COSAS NO SON TAN FÁCILES.
Pero ante todo, creo en vos. Creo en nosotros, y creo en NUESTRO amor.
Creo en el amor, con todo lo que conlleva.
Creo en el amor, sabiendo que no es tan lindo como parece.
Creo en el amor, sabiendo que va siempre unido al dolor y a la desconfianza.
Creo en el amor, sabiendo que siempre tiene un final.
Antes o después, bien o mal, todo acaba.
Supongo que es por el pánico de perdernos.
Creo en el amor, acá y ahora. Sin promesas imposibles de cumplir.
Siempre crei en el amor, y eso no va a cambiar nunca.