There's a heaven above Y O U.


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Y es ahí. El punto justo. En el que todo se detiene por un segundo y pensas ¿Como llegue a esto?, son esos momentos claves, cuando la cabeza y el cuerpo te piden un suspiro, un descanso, un lapso en el tiempo para pensar y seguir avanzando. Cerras los ojos. Los abrís, y ahí estas. Te ves sentada, con un café, y la cabeza en algún lugar, nadie sabe donde. Te ves quieta, callada y en realidad, te gobierna un caos interior. Un desorden de sentimientos. Te queres ayudar, pero te das cuenta de que la mejor opción es hacerte a un lado, que la parte racional de tu cerebro no forme parte de esa anomalía. Deja que tu interior explote, de felicidad, de dudas, de certezas, de angustia. Para después resucitar. Armarte, y seguir a mil kilómetros por hora. Sin perder un segundo mas, el tiempo avanza, y no espera a nadie. Lo seguís, o te quedas en un punto de la historia. Clavado y estancado, atado a algo, o mejor dicho a alguien. Por amor, por obsesión, por deseo, no queres seguir, porque no queres causar dolor. Y es tan injusto! Te queres dormir, para descansar de vos mismo. Lo logras, y parece que hay alguien que no quiere que estés en paz, que hasta lo soñas, sabes que es un sueño, pero no te podes despertar. Que bien, estas atrapado. No hay salida, no existe forma de librarte de los pensamientos, y menos si estas dormido.

No me atrapes. No me retengas. No me hagas esto.
Volemos, acompañame. Que no quiero perderte.