Él me abraza, me pide que pare, me deja ser.
Esta sentado en frente mío, hace muecas, lo miro fijo, y me sonríe. Sabe
que escribo de él, sabe que escribo por él. Se
acerca a mí por la espalda, susurra un poco, me hace cosquillas y me da besos
en el cuello.
Es miércoles, hace frío y el ya
no está. Pasan cinco minutos y ya empiezo a extrañarlo, quiero
llamarlo, decirle que no tengo ganas de que me deje sola, en la cama. No puedo.
Y lo amo más. Hay cosas que todavía con tanto tiempo no me
animo a decirle. Voy a intentar desnudar los pensamientos, y ser sincera, como
intente hacerlo alguna vez.
Quise hablarle, explicarle lo oscuro de mi
pasado y se ocupa de taparme la boca. Le explico las lagrimas, las penas y los
malos momentos, y tiene razón al no dejarme hablar ¿Voy
a reclamarle que me devuelva las lágrimas? Si hoy entiendo que valieron la pena,
y que hubiese llorado mucho más si era necesario,
por verlo dormir, como hoy. Que sufrir, me llevo a encontrarlo. Me dijo que
todo podía cambiar, y no mintió. Pudimos dejar de pensar en lo toxico que nos
rodea, para purificarnos y vivirlo de la mejor manera. Los “me voy a dormir”
ahora él se encarga de completarlos con los “¿Juntos?” Y
yo me derrito, me enamoro, y lo amo más.
Fue en verano, cuando empecé a tener ideas de
compartir, probar, intentar, tenía esa idea, borrosa, imposible. Tenía la
seguridad de que después de tantos altibajos, todo se había perdido. Que el
hilo de relación que manteníamos era lo más parecido a una obligación. Si nos
preguntábamos que era de nuestras vidas, seguido del odiado “tanto tiempo”, era
lo más parecido a decirnos “No te olvido, pero tampoco me preocupe mucho por
saber cómo estabas antes”. Pensé que mis pedidos eran ilógicos, pensé que pedía
mucho cuando decía "quiero un abrazo", pero él se encargó de
demostrarme lo contrario, y entendí.
Y Ahora, forma parte de mi vida, de mi dia a dia, de las mañanas con
amaneceres, de las tardes compartidas, las noches soñadas. Veo como posible la
idea de que sea él, quien me acompañe mucho tiempo mas. Veo la vida con
él. Con un beso profundo me pidió que
no hable del pasado, y lo respete. Yo tampoco quiero hablar del pasado, pero
siempre vuelvo. Mi cabeza vuelve, cuando me dice que me quiere, vuelve.
Hoy no tengo que reclamarle nada. Le agradezco
la clandestinidad de sus actos, que llevaron a que me enamore más. El respeto,
la paciencia, las ganas de siempre probar cosas nuevas, las ganas de enseñarme,
el tiempo perdido (y no tanto). Por él es que hoy
entiendo de amor. De amar y ser amado, entiendo realmente, lo que es vivir por
alguien, y sonreír si el otro sonríe . Le
agradezco por ayudarme a construirme en lo que hoy soy, mal o bien. Agradezco
que me hayas demostrado el valor de la otra persona, hoy no
me canso de mirarte a los ojos, y ver que hay algo más. Entiendo de felicidad,
por que vos estas cerca mío, y entiendo de felicidad, si te veo feliz a
vos. Gracias por que estando
"juntos" entendí que todo es posible, sin invadir, sin tomar parte de
las decisiones del otro, y siempre caminando juntos, ni cerca, ni alejados,
JUNTOS. Gracias por darle tanto sentido a mi vida. Si, le
diste sentido. No paro de preguntarme que hice antes de conocerte, y que haría
en este momento si no supiera de tu existencia . Por nada del mundo cambio la gratificación que siento cuando te veo,
cuando te hablo. No cambio por nada, sentir que te amo, y que sos parte de mi
vida, y que soy tuya, en todos los sentidos. Nada va a igualar lo que siento,
haces que las cosas malas desaparezcan, haces que todo cambie con tu
presencia. Haces de mi presente, felicidad . Sonrió porque me miras, porque estuviste. Sonrió
porque me agarras de la mano y me llevas, y por la seguridad de saber que nada
va a hacerme mejor que sentir que tu piel, roza con la mía.
No sabía lo que era compartir, lo que era
mirar a otro, y mirarse a uno mismo. Lo que era vivir por una persona. No sabía
que amar, era dar y entregarse a todo. No
sabía nada, hasta que llego. Y se fue, y volvió,
y nunca me dejo sola. Sos mi compañero, mi amigo, mi hermano, mi marido, mi
enemigo, mi amante, mi profesor, mi desconocido y mi novio. Y ¿Sabes una cosa?
En todos los papeles me gustas, cumplís a la perfección cada rol, y me
encantas. Y sí, tengo mucho que aprender de vos. No me canso
de conocerte todos los días un poco más, no me
canso de vos, no me canso de nada.
Amo todo. Amo su voz, su
boca, su cuerpo, sus acciones, sus defectos (tan perfectos), sus expresiones,
su tiempo. Amo que seas natural, y que siendo natural, me enamoraste. Amo lo
que siento cuando te tengo cerca, y por sobre todas las cosas amo extrañarte.
Porque entendí que es el sentimiento más hermoso, y que después de extrañarte,
te veo, y te amo con más intensidad que antes. Amo entender que estas, porque
queres, y que estando acá, me das lo que necesito. Y amo reconocer, que te amo
más de lo que esperaba.
Es por vos, que este frio no me afecta
demasiado, y gobernas cada sentido, le pones color, donde no hay. Alimentas mi
alegría cada vez que hablas, y haces que todos los días tenga ganas de tenerte
conmigo. Desde que se de tu existencia, es más fácil sentir que existen más días
felices.
No sos lo mas importante, sos mi vida. Sos mi presente y mi futuro. Sos mis 5 sentidos, hoy y para siempre. Es un placer enamorarme de vos, todos los días.