trescientos sesenta y cinco días

No es nada fácil resumir trescientos sesenta y cinco días, en pocos segundos para definir como me siento hoy. Tengo que admitir que no me alcanza una hoja de papel en blanco para explicar todo lo que siento y todo lo que cambie para llegar hasta acá. Tampoco me alcanzan las palabras, ni las demostraciones de amor. Porque por mucho que piense como fue cambiando todo, no entiendo, como a medida que pasaba el tiempo te volvías mas importante, enterraste pasados dolorosos y te ocupaste ademas de convertir el presente, en un presente para no olvidar nunca. Quiera o no, inconscientemente, una parte de mi cabeza está ocupándose de él de manera constante, es como que una ficción de mi cerebro esta siempre dispuesta y concentrada en no olvidar nada que vivamos juntos, recordando todas tus sonrisas como si fuesen las ultimas, reviviendo una y otra vez cada momento. Y no puedo evitar sentirme feliz, es totalmente gratificante ver lo que uno puede llegar a cambiar por un poco de amor, amor momentáneo. Sin embargo algo que pienso todos los días que me levanto es volver el tiempo atrás, no por arrepentimientos, sino para tener la oportunidad de vivir otra vez lo que sentí al conocerte, o al ir queriéndote todos los días un poco mas.
¿Quién diría que íbamos a llegar tan lejos? Nunca me lo hubiera imaginado. Desde un primer momento supe que éramos diferentes y eso fue lo que me enamoró. No me queda más que agradecerte por hacerme más que feliz durante este año,.más allá de que haya sido o no tu intención, quiero que sepas que lo hiciste. Lo único que espero es poder hacerlo también algún día, aunque nada se compare a vos y a todo lo que me diste. Pero te puedo hacer una promesa -yo si las cumplo-, que voy a intentar darte todo lo mio, todo lo que pueda.


 Te amo, un poco mas, todos los días. Y así, hasta donde pueda.